“La lotería de los penaltis”

 

La selección española de fútbol caía ante Italia en la semifinal de la Eurocopa en la tanda de penaltis. Esta vez no fue posible superar este escalón y acceder a la final, es parte del deporte.

En estos últimos días se ha hablado mucho sobre la importancia del factor psicológico en este tipo de situaciones y de competiciones. En el fútbol, el penalti está considerado como la mejor opción de cualquier equipo para marcar gol, es decir, es una de las situaciones en las que más probabilidades hay de que cualquier equipo consiga un tanto debido a la gran ventaja que posee el lanzador. Es obvio que para poder transformar el penalti es necesaria una gran habilidad de golpeo y muchas horas de entrenamiento, pero, en el deporte de élite, podríamos considerar que cualquier jugador o jugadora está sumamente capacitado para realizar esta tarea con éxito.

Pero, entonces,

¿Por qué nos empeñamos en decir que los penaltis son una lotería?

El penalti en sí no es una lotería, el contexto en el que se tienen que lanzar sí. En muy poco tiempo la situación del lanzador puede ser totalmente diferente; ser el primer lanzador, tu equipo ha fallado el anterior y te toca a ti, tu equipo va por delante y si marcas se puede clasificar, etc. El contexto en el que ejecutas el lanzamiento sí que es una lotería.

A nivel psicológico se suele decir que lanzar un penalti es cuestión de confianza, sin embargo, afirmar esto es descartar un enorme número de variables psicológicas que interactúan entre sí y que influyen en la ejecución del lanzador, y del portero también.

La confianza en uno mismo se basa en las experiencias previas que esa persona ha tenido en una determinada tarea. Simplificando, cuando hacemos una cosa y la hacemos bien en un gran número de ocasiones, nuestro nivel de confianza en esa tarea es alto. Por el contrario, si ante una misma situación no hemos rendido de la manera que esperábamos o que nos hubiese gustado, es probable que nuestro nivel de confianza sea inferior. Nuestro grado de habilidad puede determinar nuestro grado de confianza, pero, sobre todo, lo que más influye es nuestra percepción subjetiva sobre el rendimiento mostrado en las experiencias del pasado.

Por ello, para poder tener un nivel de confianza adecuado y realista, debemos ser capaces de percibir nuestro día a día como deportistas de la manera más objetiva posible, es decir, entrenar nuestra capacidad de análisis de las situaciones para que las valoraciones que hagamos de ellas no estén influenciadas por nuestras emociones ni por los resultados. Esto conlleva un entrenamiento continuo en el control de pensamientos, gestión de expectativas y de nuestras emociones.

Este proceso debe constituir una parte más de nuestra preparación y podríamos equiparar su importancia con la que le otorgamos al hecho de practicar los lanzamientos.

Por otro lado, el momento de tirar el penalti es el momento de la verdad, debemos estar preparados y, si no lo estamos, será difícil realizar un buen lanzamiento.

En este momento, el del lanzamiento, aparecen otras variables protagonistas como son el nivel de activación o la atención y la concentración. Es muy común afirmar que los jugadores o porteros pueden estar “nerviosos”, es decir, experimentar un exceso de activación, lo que puede repercutir en su ejecución. Aprender a “controlar esos nervios” es clave para poder afrontar el lanzamiento en las mejores condiciones y, para ello, otra de las variables clave es la Atención.

Debemos ser capaces de identificar aquellos estímulos más importantes en cada situación, es decir, atender a aquello que pueda aumentar al máximo nuestras posibilidades de conseguir un buen resultado. Cuando vamos a lanzar un penalti, los estímulos más importantes son aquellos pensamientos que nos dirigen hacia la acción, es decir, cómo vamos a golpear el balón para lanzar el penalti dónde queremos. En el caso de los porteros, hemos de tener claro el lado al que nos vamos a lanzar y cómo lo vamos a hacer. Dirigir nuestra atención hacia esos pensamientos y, posteriormente, al balón (jugadores y porteros), nos ayudará a regular nuestra activación y a poner nuestra mente en lo realmente importante. Esto también requiere una gran capacidad de abstracción ya que en dicho contexto habrá una gran cantidad de estímulos que traten de atraer constantemente nuestra atención (público, árbitro, pensamientos intrusivos, lanzador, portero, etc.).

A modo de conclusión, la importancia del papel que juega la psicología en los lanzamientos de penaltis en este tipo de competiciones es obvia, pero, es la misma que en cualquier otra situación del juego. La psicología juega un papel fundamental en todos los deportes, en cualquier situación y en cualquier contexto, sin embargo, tendemos a magnificarla en este tipo de ocasiones.

Del mismo modo que la confianza es solo la punta de iceberg de la importancia de la psicología en los penaltis, éstos son solo una situación más dónde podemos apreciar esta influencia con más claridad de lo habitual.

Por ello, nunca podemos afirmar que los penaltis son una lotería. Los penaltis se pueden entrenar y trabajar, del mismo modo que otras muchas situaciones del juego. Eso sí, debemos contar con la ayuda de un profesional, un psicólogo deportivo y, sobre todo, entrenar, entrenar y entrenar.

¡A por ello!